Ahora
Yo solo tengo este libro en
blanco y cuando cierro los ojos un banco cerca de un parque, que lleva escrito
tu nombre y que desde hace meses tiene vida propia. Más allá de lo que soy y de
lo que somos también hay lugares que ya no recuerdo y otros que me resisto a
olvidar. También hay una lágrima que susurra palabras y tinta reseca que ya no
habla, se quedó muda entre el caos del garabateo del destino. Tuve que soñar
para seguir viviendo y en ese sueño dejé de comprar llantos para vender
miedos. Ya mis dedos se impregnan en tus manos calientes y entre estas ganas de
comer compartidas. Ya no miento a la palabra, ya no escondo lo que quiero ser, ni lo que he sido. El caos que he encontrado en este desorden me recuerda que ya
no escribo sobre paisajes muertos. Ya no muero en aterrizajes ya solo veo volar aviones desde tu coche. Ahora ya me abrazo a tu
cuerpo que me salva y que aviva la paz que he encontrado en el fondo tus parpados.
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