Espeso

Tengo una víbora
durmiendo bajo mi cama.


Es fría y escurridiza.


A veces se despierta
y se desliza entre las sábanas.


Anuda mis pies
y no me deja caminar.
Enreda mis brazos
y no me deja luchar.
Cose mi boca
y no me deja amar.


Hunde su lengua en mis oidos
absorbiendome la voz.
Arrastra su espesura entre mis piernas
robándome el sueño.
Me clava en lo profundo un abismo
dejándome allí
sola, llena de piedras
y silencio.

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